«La isla bajo el mar» de Isabel Allende

3 03 2014

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               La isla bajo el mar                                                                                                                                                         Isabel Allende                                                                                                                                                                 Cada año en nuestro Instituto se apoya un proyecto de desarrollo que elegimos entre los que nos presenta Manos Unidas. Este curso en septiembre elegimos un proyecto en Haití, un proyecto de capacitación para que los mismos haitianos sean ellos mismos los que reclamen sus derechos, los que denuncien las violaciones de sus derechos. Es decir ser artífices de su propia formación y capacitación.

Pues bien este libro parece escrito a nuestra medida, pues siempre en febrero leemos algo relacionado con el proyecto, en este caso de Haití.

Una vez que hemos trabajado Haití en casi todas las materias, nos resulta muy fácil la lectura del libro.

A nuestro Club de lectura se añaden miembros siempre que el interés del tema lo requiera. Esta vez ha sido Sara, profe de francés.

Empezamos a comentar lo documentado que estaba, una vez que habíamos investigado la historia, nos era fácil reconocer todas las etapas que va recorriendo el libro, exponiendo la historia no sólo de Haití sino de Francia, Cuba, España, etc.  En esos acontecimientos que narra y en los que está su protagonista también aparecen personajes históricos, personajes de la historia de Haití, revolucionarios, o representantes de la colonia.

También nos resulta muy interesante que el protagonista llega a Haití con las ideas de la Revolución Francesa, y de sus pensadores, pero la realidad hace que olvide pronto esas ideas y se adapte a la vida de la colonia, a la supremacía del interés económico por encima de las ideas.

La mezcla de elementos hace de esta obra una metanovela, es decir mezcla la novela histórica con la vida privada de los personajes, mezcla el relato de los acontecimientos con la vida de Zarité y lo hace de manera visible, la vida de la esclava está en cursiva.

Tolousse Valmorain el dueño de la plantación se ve en Haití para sacar adelante a su familia, en Francia, a las que visita una vez y ve que ya no tiene nada en común. No se imaginan lo que él tiene que pasar para sacar dinero de sus propiedades. Hombre contradictorio que a pesar de las circunstancias se cree mejor que los demás amos, se deja llevar por la necesidad de ganar dinero.

Mantiene grandes conversaciones con el médico, única persona con la que puede mantener y argumentar sus opiniones sobre la esclavitud.

» – No me va a creer, doctor Parmentier, pero antes de venir aquí yo admiraba a Voltaire, Diderot y Rousseau- le contó Valmorain.

– ¿Ahora no?

– Ahora pongo en duda las especulaciones de los humanistas. La vida en esta isla me ha endurecido, o digamos que me ha hecho más realista. No puedo aceptar que los negros sean tan humanos como nosotros, aunque tienen inteligencia y alma. La raza blanca ha creado nuestra civilización. África es un continente oscuro y primitivo.»

Cuando cae enfermo reconoce su mal proceder y habla de la parte de su cerebro que se ha muerto, que es aquella que obraba mal.